Las actividades estuvieron insertas en el Proyecto Corfo de Consolidación de la Transferencia en la Unidad de Transferencia Tecnológica (UTT) de la Universidad de La Frontera y estuvieron dirigidas especialmente a académicos e investigadores.

Como una oportunidad para fomentar un cambio de mentalidad -en términos de desarrollo y emprendimiento- entre académicos e investigadores de regiones, calificó la serie de intervenciones que hizo en la UFRO el jefe del Departamento de Derechos Intelectuales de la DIBAM, abogado Claudio Ossa Rojas

“Debemos salir de la idea de que la economía fundamentalmente se sustenta en labores netamente extractivas de materias primas y pasar una economía basada en servicios. Las mayores empresas del mundo no son de carácter extractivo, sino de servicios. Debemos apuntar hacia allá y subirnos al tren que va asociado a la innovación y la transferencia tecnológica”, aseguró.

El abogado sostuvo que desde el mundo universitario hay un enorme potencial en el desarrollo de iniciativas del ámbito digital. En este punto recordó los ejemplos de iniciativas como Napster y Facebook, que surgieron desde el mundo universitario, así como otros proyectos e innovaciones relacionadas con la investigación en drogas, cultivos, uso eficiente de materias primas, etc.

“El llamado a los investigadores y académicos es visualizar el registro de su invención o producto, como una gestión estratégica en el sentido de formalizar su actividad ante un posible acto de negociación o licenciamiento a futuro”.

Según el experto, registrar sirve para tener las reglas de juego claras al comienzo de una relación. Básicamente permite que no se produzcan dudas, por ejemplo, al preguntarse qué sucede al ser un alumno de la universidad y estar desarrollando un trabajo investigativo y dilucidar a quién corresponde la propiedad del trabajo que se ha estado haciendo desde el transcurso del pregrado, postgrado o doctorado.

ELEMENTOS CLAVES
Asimismo, explicó que el registro de propiedad intelectual permite establecer un elemento probatorio con anticipación en favor de aquél que registra. Aunque el registro no establece propiedad, aclara, permite vincular al titular con aquello que registra y así poder negociar a futuro con otros interesados.

“Es muy diferente llegar con una obra y asegurar que uno hizo ese proyecto sin tener mayores antecedentes que lo vinculen con esa iniciativa, a llegar con un registro que asegura que el Estado recibió ese requerimiento y uno cumplió con los pasos necesarios para obtener el registro”, aseveró.

Con ese registro, el investigador puede por ejemplo, presentarse a los diversos concursos del Estado que otorgan fondos concursables, de fomento y también negociar con empresas en Chile y en el extranjero. Desde 2014 que la Dirección de Bibliotecas y Museos (DIBAM), implementó el proceso de registro a través de plataforma en internet, adicional al tradicional proceso que se hace de forma personal o por correo postal y los interesados deben acompañar una copia de la obra que va a presentar, completar una serie de antecedentes personales básicos y pagar un derecho.

Escrito por: Sergio Valenzuela S.
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