María Emilia Tijoux Merino es filósofa, magíster en Ciencias de la Educación y doctorada en Sociología de la Universidad de París. Sus investigaciones se centran principalmente en temáticas como la inmigración y el racismo.

La Dra. Tijoux estuvo hace unos días en la Universidad de La Frontera, invitada por el Doctorado en Ciencias Sociales de la Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades, con la finalidad de inaugurar el segundo semestre académico del programa doctoral, y además, intercambiar experiencias en torno al desarrollo de programas de doctorado en Ciencias Sociales en el país.

La charla que dictó a estudiantes de pregrado, postgrado y académicos se tituló “Los nuevos desafíos de lo social: procesos de precarización y compromiso de la investigación en Ciencias Sociales", con la cual propuso “volver al interés práctico de las Ciencias Sociales”. Ella dice que debemos revisar “el modo en que investigamos, cuál es el compromiso que deberíamos adquirir con las personas a las que esperamos mejorar su situación -entendiendo- que estamos en un trabajo interdisciplinario”.

Asimismo como investigadora de las Ciencias Sociales, la Dra. María Emilia, tiene claro el rol que deberían tener sus pares en la sociedad, “un investigador(a) debe indagar lo que nadie quiere investigar, y me parece que hay un rol político desde las Ciencias Sociales, no lo veo en otra parte. Conocer situaciones de sufrimiento de la gente que han sido naturalizadas. Pienso en el lugar de la mujer por ejemplo, siempre colocada como inferior o lo que ocurre con los inmigrantes hoy en nuestro país”.

INMIGRACIÓN

Precisamente, la temática de la inmigración ha sido foco de sus investigaciones. Es por eso que su radiografía sobre lo que ocurre con este fenómeno en el país es clara. “Aparece como un “problema” porque se trata de personas que vienen para trabajar, y generalmente, vienen en condiciones precarias. Y que traen consigo, dos cuestiones que son centrales y que nos sirven para entender cuando se producen actos racistas. El lugar de lo indígena y de lo negro, que son dos figuras de las cuales el chileno siempre se ha querido deshacer”.

A esta reflexión agrega que “se produce una suerte de diferenciación entre inmigrantes y extranjeros, es decir, se considera inmigrantes a peruanos, bolivianos, haitianos, dominicanos, colombianos y quedan fuera, extranjeros que están en las mismas condiciones, pero que sin embargo, vienen de otros lugares del mundo o incluso de América Latina, porque no se considera inmigrante a un argentino, a un puertorriqueño o incluso a un venezolano”.

Por lo tanto, "el concepto de inmigración aparece como un problema entre comillas y digo esto porque nunca lo ha sido, porque la inmigración es un fenómeno que se da a nivel mundial hoy, sobre todo con el desplazamiento de las personas hacia todos lados”, dice la Dra. Tijoux.

XENOFOBIA

Respecto de si la xenofobia llegó para quedarse en el país, la académica es clara en responder. “No creo que la xenofobia decrezca en Chile, todo lo contrario. Ya hay grupos xenófobos. Se han pegado afiches contra los inmigrantes en Talca, en plaza Italia en Santiago, ya hay grupos declarados contra la inmigración, grupos de carácter fascista que ya están manifestándose”.

Por eso dice, no puede dejar de opinar sobre lo que está ocurriendo hoy con el pueblo mapuche en La Araucanía. “Es muy doloroso lo que está ocurriendo, creo que es una barbarie y una cacería. No estando acá lo que he visto, es una suerte de persecución contra mucha gente, familia, niños, mujeres. Por esta razón apunta a la necesidad dediálogo en el conflicto entre el pueblo mapuche y el Estado y apela a que se actúe baje los derechos humanos y eso implica hablar de igualdad, igualdad total con el otro.

CIENCIAS SOCIALES

Sobre la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, María Emilia Tijoux, dice valorar la iniciativa pero “me parece también que se deben considerar al mismo nivel todas las ciencias, incluidas las ciencias sociales y aquí no ocurre”, dice.

La investigadora plantea que las universidades públicas, como la Universidad de La Frontera y la Universidad de Chile (donde trabaja), deberían ser en primer lugar consideradas. La Dra. Tijoux recalca, que la política y las autoridades están en algunos puntos desconectadas de la realidad, “el campo político debería tomar en cuenta los resultados de las investigaciones que se hacen en las universidades de Chile para generar políticas públicas. Lamentablemente el campo (Ciencias Sociales) donde yo me encuentro, eso no es así. Porque si se considerara los resultados de trabajos nuestros, pienso que en algunos casos habría menos violencia”.

Escrito por: Nadia Arias
Facultad de Educación, Ciencias Sociales y Humanidades