La autoevaluación estará conducida por una comisión central, integrada por los directivos superiores y con la asistencia técnica de la Dirección de Análisis y Desarrollo Institucional, y basada en el trabajo que realicen las subcomisiones.

La sorpresiva y copiosa lluvia de este lunes 5 de diciembre no impidió que unos 70 directivos de la Universidad de La Frontera llegaran hasta el Campus Pucón para participar de la jornada con la que oficialmente la institución da inicio a la fase de autoevaluación con miras a la acreditación institucional 2018.

Bajo el lema "Para Mirarnos Mejor", la jornada perseguía conseguir la comprensión y colaboración de los directivos en el logro de los objetivos institucionales del Plan Estratégico de Desarrollo y la consecución de la acreditación institucional, en un contexto nacional de incertidumbre en materia de educación superior y del aumento en las exigencias de los criterios de acreditación que evolucionaron, desde agosto de este año, a medir resultados y no solo procesos.

El primer orador fue el Rector Sergio Bravo, quien convocó a los asistentes a no caer en la trampa del éxito y escapar de la soberbia organizacional, buscando que los logros institucionales efectivos que exhibe la Universidad de La Frontera a la fecha, no generen un exceso de confianza: "Es verdad, ahora salimos en los ranking en buenas posiciones. La palabra UFRO toma cada vez más relevancia y prestigio a nivel local y nacional. Ya no somos un gato famélico tratando de sobrevivir, somos un gato más bien gordito, pero que no puede permitirse saltar arriba del piano", esbozó metafóricamente para inspirar a la convicción de que solo el trabajo arduo y riguroso asegura seguir en la senda de excelencia que ya transitamos.

A continuación, el Director de Análisis y Desarrollo Institucional, Ricardo Herrera, tomó la palabra para hacer foco en los instrumentos, las herramientas, los estilos y resultados que serán necesarios tener a la vista durante el proceso de autoevaluación. "Los instrumentos que todos debemos manejar en profundidad son el Plan Estratégico de Desarrollo y su respectivo Cuadro de Mando, el Plan de Mejora derivado de la acreditación institucional anterior, así como el Convenio Marco. Al nivel de herramientas, será necesario avanzar en un sistema de gestión integral de calidad, atendiendo que el estilo organizacional de la UFRO es una mezcla de gestión por resultados con la micro gestión, todo en búsqueda de resultados positivos y exitosos en acreditación, posicionamiento en el medio nacional y local, y la instalación progresiva de la complejidad universitaria".

Teniendo este marco conceptual claro, el proceso de autoevaluación institucional debe concebirse como una oportunidad para mirarnos al espejo y detectar las oportunidades de mejora, al tiempo que valora los avances logrados. "La autoevaluación institucional no debe confundirse con el proceso de observación y discusión del plan estratégico. Se trata de procesos relacionados pero distintos. La autoevaluación es la forma en que la institución se prepara para recibir la visita de pares y demostrar su capacidad para asegurar públicamente la calidad integral de su quehacer, y en tanto tal, se requiere del trabajo participativo y propositivo de la comunidad universitaria", sentencia Herrera.

DISEÑO DEL PROCESO DE AUTOEVALUACIÓN
La autoevaluación estará conducida por una comisión central, integrada por los directivos superiores y con la asistencia técnica de la Dirección de Análisis y Desarrollo Institucional (DADI), y basada en el trabajo que realicen las subcomisiones de Gestión Institucional, Docencia de Pregrado, Docencia de Postgrado, Vinculación con el Medio e Investigación. Cada subcomisión tendrá miembros permanentes, quienes conducirán la búsqueda de información, pudiendo incorporar nuevos integrantes para la interpretación de datos y sistematización de evidencias.

El calendario de trabajo contempla un 2017 que inicia con la conformación de las subcomisiones en el mes de enero, trabajo de recopilación de información entre marzo y abril; análisis, en mayo y julio; redacción de informes, entre agosto y octubre; y consolidación de informe de autoevaluación institucional, en noviembre y diciembre. Para 2018, el trabajo continúa en enero con la visita simulada de pares, que permitará hacer los últimos ajustes, editar el informe definitivo de autoevaluación y enviarlo a la CNA en abril de 2018.

Durante la tarde del lunes, los académicos Dr. César Torres, Mg. Sergio Carter y la Dra. María de la Luz Mora, compartieron su experiencia como evaluadores, instando a los participantes a comprender que el fin del proceso es la calidad y no el proceso en sí, para lo cual, tan importante como la mirada crítica interna, es la revisión de mejores prácticas del sector.

UNA PRIMERA MIRADA AL ESPEJO
La segunda jornada estuvo caracterizada por la modalidad de taller. Organizados en 5 subcomisiones conformadas aleatoriamente para discutir el estado de la institución en cada una de las dimensiones, consiguiendo una primera mirada autocrítica que tiene el valor de relevar una mirada global de fortalezas y debilidades.

Las exposiciones estuvieron a cargo del Decano Rodolfo Pihán, en la subcomisión de Gestión Institucional; de Pamela Ibarra, en representación de la subcomisión de Docencia de Pregrado; de la Decana Valeska Geldres, por la subcomisión de Docencia de Postgrado; Adison Altamirano, por la subcomisión de Investigación, y Nelson Araneda, por la subcomisión de Vinculación con el Medio.

Cada subcomisión expuso los hallazgos y se culminó con las palabras del Vicerrector Académico, Rubén Leal, quien resaltó la asistencia y participación, instándolos a valorar y cuidar la universidad que tenemos y que queremos seguir haciendo crecer.

Escrito por: Dirección de Comunicaciones
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