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Agente Claudio Grossman sobre UFRO: “He visto como han buscado hacer convenios para desarrollar y abrir la universidad aún más a los temas internacionales”

 

Un Aula Magna repleta, con más de 700 asistentes, fue el espacio que el agente de Chile ante La Haya, Claudio Grossman, encontró en su primera visita a la Universidad de La Frontera, ocasión a la que fue invitado para compartir su valiosa experiencia como líder del equipo que ideó la estrategia jurídica del país ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la diferencia con Bolivia, y que permitió un contundente triunfo.

En una actividad pionera del sur de Chile y organizada por la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales de la casa de estudios, Grossman –abogado y otrora decano, por 21 años, de la American University Washington College of Law AU-WCL- pudo conocer de cerca el trabajo de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales UFRO (FCJE), que destaca en esta entrevista.

“Es muy valorable el esfuerzo interdisciplinario que realizan, el acento que se pone en el emprendimiento y la creatividad, de lo que el Derecho no está aislado. Además, esta visita me sirvió para poder conocer aún más de la Escuela de Derecho. Tuve la posibilidad de conversar con profesores, cuerpos directivos y me voy con una muy buena impresión”, expresa Claudio Grossman en conversación con Dircom/UFRO.

¿Qué impresiones se lleva de su visita?

“Es interesante ver cómo UFRO ha buscado generar convenios de colaboración para desarrollar y abrir la Universidad aún más a los temas internacionales. Yo los conocí en actividades profesionales y cuando me visitaron en Estados Unidos, ya que la Universidad estaba en búsqueda de convenios. Y ahora, en el último tiempo, la Dra. Valeska Geldres, decana de la FCJE, sabía que yo vendría a Chile y me invitó a conocer la Universidad. No tuve ninguna duda que lo quería hacer y así confirmamos mi visita, que espero haya sido muy provechosa para todos”.

Su visita, además, tenía como objetivo comentar en detalle, de cara a los universitarios y a potenciales nuevos estudiantes de derecho, algunas de las lecciones que dejó el caso Bolivia-Chile, en materia de soberanía territorial del país. Aquí algunas de sus impresiones.

Tras unos meses del triunfo en La Haya, ¿cuáles son las lecciones que deja el caso?

La conducción de los casos internacionales tiene que estar a cargo de equipos nacionales. Además, hay que lograr el mayor grado de consenso posible, conformando los equipos de manera pluralista y tratar estos asuntos como un tema de Estado.

Fuera de eso, nada sustituye la organización, el trabajo responsable y estar preparado.

También hubo una estrategia jurídica sólida…

Efectivamente. El objetivo era hacer lo posible para asegurar un resultado favorable y dentro de ello habían varias cosas importantes.

Primero, centrar el caso en el derecho internacional, que regula las relaciones entre los Estados. Eso no fue una decisión que se explicaba por sí misma. Había gente que señalaba que lo central era lo comunicacional, por ejemplo.

Segundo, fue que, desde el punto de vista jurídico, no había nada pendiente.

Tercero, no se podía solo decir que no había obligación de negociar, sino que había que buscar una narrativa alternativa, ver cuál era el impacto de una decisión de la Corte que dijera que había algo pendiente entre Chile y Bolivia para todos los otros países. Por ejemplo, esto habría significado inestabilidad del principio del cumplimiento de los tratados, habría significado limitar la diplomacia.

Además, había que señalar que estábamos unidos como país. Unidad no es unanimidad, en un país democrático siempre habrá gente que piense diferente, pero la idea era lograr el mayor grado de unidad posible. Y esa unidad se logró con la composición diversa políticamente de los equipos.

¿Y cómo se logró, considerando que había muchas fuerzas en Chile con posturas distintas?

Nuestro equipo jurídico estaba conformado por gente de todos los sectores.

Al comienzo esto no se veía fácil. Se había instalado en Chile la idea que la corte era una corte salomónica, habían muchas personas que cuestionaban la estrategia del derecho internacional, e inclusive habían voces muy fuertes que pedían la salida del pacto de Bogotá.
Había un escepticismo muy generalizado en el país.

Pero la constancia y el compromiso del equipo chileno fue sólido. El diálogo con los agentes políticos, con los dos gobiernos, siempre fue fluido. Se decidió un curso de acción y lo mantuvimos. Ese es un aprendizaje importante.

Decana Geldres, conseguir que Claudio Grossman viniera a compartir su experiencia con estudiantes universitarios, a La Araucanía, es una gestión que requiere de conexiones internacionales pero también de credibilidad y confianza. ¿Cómo la facultad ha construido esas bases y estas relaciones con profesionales e instituciones de nivel mundial?

La Facultad de Ciencias Jurídicas y Empresariales es una facultad joven con 5 años de existencia. El trabajo que hemos desarrollado desde un principio ha estado basado en el perfil de la facultad, es decir, una facultad interdisciplinaria, donde trabajamos Abogados, Contadores Públicos y Auditores e Ingenieros Comerciales en busca de formar profesionales y desarrollar conocimiento, ambos pertinentes para la sociedad.

La coherencia ha sido uno de los principios rectores de la gestión en el decanato, coherencia basada en los principios de calidad académica, visión global, emprendimiento y responsabilidad social, todos ellos parte de nuestra misión.

Hemos construido la credibilidad y la confianza, poniendo siempre las cartas sobre la mesa, mostrando lo que somos, lo que soñamos y lo que buscamos ser. Destacando nuestra vocación pública como parte de una universidad pública y regional, incrustada en el cono sur de América Latina en la puerta de la Patagonia, que busca generar oportunidades a nuestros estudiantes en un mundo global.

Hemos invitado a diferentes instituciones y profesionales nacionales e internacionales a compartir este proyecto y a apoyarnos a forjar procesos de enseñanza aprendizaje que cada día son más desafiantes en un mundo en constantes cambios, pero en el que la credibilidad, confianza y responsabilidad son imprescindibles. Y esos valores han sido demostrados en la conferencia del Dr. Grossman al explicarnos cómo ellos trabajaron en el desarrollo de este caso.

Para los estudiantes de la FCJE y muy especialmente, para los estudiantes de Derecho, acceder a la conferencia del señor Grossman es una oportunidad única. ¿Podría explicarles el sentido que tiene para uds., como equipo de gestión de la facultad, el generar espacios de este tipo?

Queremos mostrarles a nuestros estudiantes que cuando se trabaja con principios rectores basados en el derecho, la responsabilidad y en el trabajo en equipo es posible lograr lo que ellos quieran en sus carreras profesionales.

El abrir estos espacios nos permite acercar el mundo real a la academia. Nos permite mostrar lo complejo que es hoy abordar procesos como la estrategia jurídica que Chile ideó para presentarse ante la Corte Internacional de Justicia de La Haya por la diferencia con Bolivia.

La relevancia de esta actividad es que este proyecto visionario en nuestro país, de acercar el derecho a la gestión, y promover un trabajo interdisciplinario en el ámbito del derecho, ha sido validado con la conferencia de hoy. El mismo Dr. Grossman ha puesto en valor la capacidad emprendedora y la internacionalización para poder abordar con éxito los distintos desafíos profesionales que un Abogado puede tener hoy en el desarrollo de su profesión.

Hemos querido con esta actividad no sólo dirigirnos a nuestros estudiantes de derecho, sino a todos los estudiantes de derecho de la Región de La Araucanía y el sur de Chile, aportando así a nuestro compromiso con la región y con la responsabilidad social.