Programa de Formación para docentes de pregrado de la Universidad de La Frontera promueve la metodología de docencia inversa, un paradigma que rompe con el esquema tradicional de la clase expositiva.

10 docentes de pregrado – de distintas facultades – de la Universidad de La Frontera participaron en el primer programa de formación en “Docencia Inversa para el Aprendizaje”, a cargo de la Coordinación de Desarrollo Docente e Innovación Metodológica con TIC, unidad dependiente de la Dirección de Desarrollo Curricular y Docente (DICDO).

A través de la modalidad b-Learning se llevó a cabo el programa, cuyo principal propósito se centró en impulsar una práctica docente orientada a desarrollar competencias didácticas y personales que permitan impactar positivamente en los aprendizajes, permanencia y rendimiento de los estudiantes, fomentando para ello la incorporación de metodologías activas, de tecnologías para la enseñanza y otras estrategias de innovación docente.

“Este modelo pedagógico lleva a un cambio de hábitos en la forma de enseñar y aprender; es más dinámico y permite que los estudiantes aprendan a su propio ritmo, propicia un mayor compromiso del estudiante con su aprendizaje, convierte el aula en un ambiente de aprendizaje colaborativo y de trabajo activo, además de poder retroalimentar el proceso en todo momento”, precisó Patricia Pino, coordinadora de Desarrollo Docente e Innovación Metodológica con TIC.

El programa “piloto” de formación en “Docencia Inversa para el Aprendizaje” se inició el segundo semestre del año pasado, concluyendo recientemente con una sesión de cierre denominada “panel de expertos”. Esta última sesión contó con la presencia de la directora de Desarrollo Curricular y docente de la vicerrectoría de Pregrado, Solange Martínez, quien destacó el interés de los docentes por participar en esta experiencia de formación.

“Agradecemos el compromiso de quienes participaron en esta instancia de actualización docente, lo que demuestra la preocupación que existe por mejorar nuestro quehacer cotidiano como docentes y académicos. Ese entusiasmo, esas ganas de innovar, es el puntapié inicial para continuar promoviendo este programa de formación, y nos anima a seguir en la línea de plantearnos nuevos desafíos dirigidos a fortalecer una docencia de calidad, que impacte en el aprendizaje de los estudiantes” acotó la directora Solange Martínez.

En la sesión de cierre del programa, los docentes Mauricio Diéguez, Julio López, y Marco Antonio Flores, expusieron la implementación del Aula Invertida en sus asignaturas; además en la jornada estuvo presente la docente Carmen Soledad Yáñez Arriagada, profesora de matemáticas y física, Magíster en Educación Matemática, académica del Departamento de Ciencias Matemáticas y Física de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Católica de Temuco, quien compartió su experiencia en Docencia Inversa con todos los participantes.

Experiencia de docentes capacitados en Docencia Inversa

	Mauricio Diéguez, departamento de Ciencias de la Computación e Informática “A pesar de que es una experiencia piloto todavía, uno se da cuenta de los logros de los estudiantes en el corto plazo, vale decir, los conceptos que tal vez en un principio sin este enfoque pedagógico era difíciles de asimilar por parte de los estudiantes, se observa que ahora son asimilados con mayor rapidez, por lo tanto, pueden enfrentar o resolver los problemas que uno les entrega”..
	Julio López, departamento de Ingeniería Matemática “La manera de hacer clases va cambiando, por el hecho de involucrarse en esta nueva manera de mirar las cosas. Para nosotros que venimos de una tradición profunda, muy anclada en metodologías tradicionales, a veces nos cuesta un poco más cambiar. Pero el desafío es darse cuenta de que hay nuevas maneras de abordar el tema de la docencia, y que esta es una aproximación que produce resultados y creo que todo el mundo gana, gana uno, gana la comunidad, ganan los estudiantes”.
	Marco Antonio Flores, departamento de Odontología Integral Adultos “Lo apliqué en una asignatura de cuarto año, que es prótesis parcial removible. Para mí es importante que los estudiantes participen en el proceso de la entrega de los contenidos y aprendizaje, y en la clase formal o tradicional, por más dialogante que uno la pueda hacer, nunca es igual a este modelo de aula invertida. A través de este modelo, efectivamente se produce un trabajo colaborativo y una participación real de los estudiantes, y efectivamente hay elementos que me reportan que el estudiante está trabajando de manera más participativa”.

Escrito por: Paula Aburto
Vicerrectoría de Pregrado