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Frustraciones, enojos, miedos, paranoia y otras sensaciones se entrecruzan en quienes deben cumplir un aislamiento obligatorio o bien deciden autoaislarse para no contribuir a la propagación del coronavirus. La Dra. Marianela Denegri Coria, académica UFRO, nos habla sobre alcances y recomendaciones para sobrellevar esta situación.

El aislamiento social es una de las medidas que se ha instaurado en los países desde el comienzo del brote de COVID-19, llevando a las personas a enfrentarse a momentos de incertidumbre que pueden afectar la salud mental, generándose cuadros de ansiedad e incluso pánico.

Y es que todo cambio de rutina puede significar un estrés, pero será en menor o mayor grado de acuerdo a edad, características de la persona y tipo de trabajo habitual. Por ejemplo, las personas que realizan actividades repetitivas o rutinarias, les será más difícil adaptarse a una situación distinta y desestructurada. En cambio, aquellas que su trabajo es cambiante o más bien solitario, como es la rutina de ciertos investigadores, tendrán menos problemas en trasladar su entorno de trabajo a casa.

Para la doctora en psicología y directora del Núcleo Científico Tecnológico en Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad de La Frontera, Dra. Marianela Denegri, lo más complejo tiene que ver con el aislamiento social. Ello dependerá directamente de las circunstancias, si es en familia o es en solitario, como el caso de las personas que viven solas y que todas sus redes están en el exterior.

También dependerá de la edad. No es lo mismo el aislamiento de un adulto mayor, que requiere de soporte social y que vive esta situación como una gran amenaza, en comparación a una persona más joven, quien además por su alfabetización tecnológica es capaz de seguir conectado remotamente con sus vínculos sociales. Ello implica que dependiendo de sus características, serán distintos los apoyos que se requerirán, pero en todos los casos la solidaridad es el recurso más importante para sobrellevar esta crisis.

¿CÓMO ABORDAMOS LA SITUACIÓN CON NIÑOS Y NIÑAS?
En el caso de menores, lo más complejo es explicarles qué está pasando y cómo manejarlo sin infundirles miedos que no pueden manejar. Lo más importante es que los padres se informen primero con datos confiables y científicamente fundados, antes de explicarles para evitar así transmitirles miedos, mitos u otros contenidos que complejizan aún más su adaptación a la nueva situación.

“Es importante partir por los propios conocimientos de los niños y preguntarles a ellos qué creen que está pasando. Si no lo saben, hay que explicar en primer lugar, con palabras sencillas, qué son los virus, para luego describir la forma en que este virus en particular se transmite de persona a persona, y que por lo tanto para cuidarnos y cuidar a nuestra familia es necesario quedarse en casa y preocuparnos de nuestra higiene. Ese puede ser un momento divertido si les enseñamos, por ejemplo, a lavarse las manos con una canción”, puntualizó la especialista.

Es importante también no ocultarles la situación, ya que los niños tienen el derecho a estar informados, agregó. “Es importante darles espacios para que expresen sus miedos y emociones, por ejemplo, a través del dibujo y después conversando sobre ello. En Internet y en redes sociales hay recursos audiovisuales que pueden servirnos para comunicarles mejor estos temas”, agregó.

¿QUÉ PASARÁ CUANDO FINALICE EL AISLAMIENTO?
No será fácil volver a la rutina, especialmente cuando aún no se sabe efectivamente cuánto durará el periodo de aislamiento social. Además, dada la carga afectiva y probablemente los episodios vitales como estar contagiado, tener familiares cercanos enfermos o incluso en situaciones límites, es probable que algunas personas puedan requerir de asistencia especializada para retomar sus vidas cotidianas.

“Hay que estar preparados”, señala la Dra. Marianela Denegri, porque dependiendo de la intensidad de las vivencias de este periodo y su prolongación en el tiempo, algunas personas podrían sufrir de episodios de angustia, depresión e incluso estrés postraumático.

Por lo tanto, “el entorno laboral debe considerar una estrategia de reinserción dependiendo de la situación de la persona. Conocer de estos apoyos puede ayudar a las personas a enfrentar de mejor forma el retorno a la normalidad. Incluso aquellos que no sufran eventos traumáticos durante este periodo, también necesitarán de un tiempo de readecuación y de retomar progresivamente sus labores”.

Lo importante es tener claro que esta crisis pasará y que hay que cuidarse durante ella y también prepararse para cuando todo vuelva a la normalidad, porque es probable que muchos aspectos del mundo también cambien.

SOBRELLEVAR EL AISLAMIENTO SOCIAL
Para sobrellevar este aislamiento social mientras dure el brote de COVID-19, la investigadora UFRO invita a conocer las siguientes recomendaciones:

1. Acepte que estamos frente a una crisis que nos afecta a todas y todos, y que debemos cuidarnos para poder cuidar de otros.
2. Dentro de lo posible, trate de mantener rutinas estables que organicen su día con horarios de sueño, comidas, ocio y descanso. Haga lo mismo con sus hijos. También aprenda a reconocer los signos que le envía su cuerpo y descanse cuando sea necesario.

3. Trate de mantener una rutina de ejercicios dentro de casa, si no le es posible y vive en casa de dos pisos, suba más frecuentemente la escalera.

4. Acepte sus sentimientos y emociones, es normal sentir rabia, miedo e incertidumbre. Negar los sentimientos aumenta la carga de angustia.

5. Busque apoyo en lo que siempre le ha servido, si es creyente rece y si puede hacerlo en conjunto con amigos y familiares de manera virtual, hágalo.

6. Manténganse en contacto con sus amigos y familiares, ahora cobran un sentido distinto el chat y los grupos de Whatsapp.

7. Modere y filtre la información que recibe, tenga cuidado con las “fake news”, que solo aumentan la sensación de pánico. También cuide lo que comparte y asegúrese que tiene una base científica.

8. Si está con su familia cercana, cuide especialmente los espacios compartidos. Expresen sus emociones y temores, conteniendo especialmente los temores de sus hijos. Es una buena oportunidad para reforzar los lazos familiares.

9. Estar en cuarentena con la familia también implica cuidar espacios personales y actividades propias, especialmente con sus hijos adolescentes. No los invada.

10. Especialmente por usted, su familia y por todos, no salga a menos que sea estrictamente necesario y siga todas las recomendaciones sanitarias. Eso le dará mayor sensación de control sobre la situación y contribuirá al cuidado colectivo. Esta crisis la pasaremos si estamos unidos y cuidándonos.

11. Mantenga la esperanza, esto es una crisis que pasará y habremos aprendido de ella.

 

escrito porEscrito por: Carmen Hernández Cifuentes
Dirección de Comunicaciones