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Campo Experimental Maquehue ufro 2

Implementación de nuevas prácticas y criterios de manejo aportarán a mejorar el desempeño ambiental en el Campo Experimental Maquehue de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales.

En la producción agrícola, cada hectárea de cereales genera entre 8 a 10 toneladas de paja o rastrojos. La forma habitual de manejar esos residuos es con el uso del fuego mediante quemas controladas, lo que se conoce como “roce” o quemas agrícolas.

De esta práctica no ha estado ajena el Campo Experimental Maquehue de la Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales, predio que en sus cerca de cien años de historia cerealera (20 de ellos a cargo de la Universidad de La Frontera), ha empleado ese procedimiento para el manejo de los rastrojos. Una realidad que comienza a dar un giro en pos de una producción más sustentable.

Es así como desde la Facultad, a través del Comité Directivo del Predio, están trabajando en la inclusión de criterios de sustentabilidad (económicos, ambientales y sociales-culturales) y, en ese contexto, una de las medidas adoptadas apunta precisamente a mejorar el desempeño ambiental, en este caso, posibilitando que la temporada 2019-2020 sea la primera sin uso del fuego como estrategia de manejo, marcando así un hito en la trayectoria ambiental del Campo.

El Dr. René Montalba, vicedecano de la Facultad y coordinador del Comité Directivo, explicó que la quema agrícola es la técnica más ampliamente utilizada para el “manejo” de los residuos de cosecha, que junto con su relativa facilidad de realización, se asocia a afectos positivos para el manejo, como son la facilitación del arado y demás labores de suelo, además de la reducción en la incidencia de algunas plagas, enfermedades y malezas.

“Pese a esto, la técnica de quema tiene cada vez más cuestionamientos y restricciones, asociados los primeros con algunos efectos negativos en el suelo, aportes de materia orgánica y ciclaje de nutrientes, y dentro de lo segundo está el descontrol y generación de incendios, emisiones de gases efecto invernadero (CO2 y otros gases que se generan en la quema) y contaminación del aire, particularmente cuando las quemas se realizan en cercanías de áreas urbanas como es el caso de Maquehue”, detalló.

NUEVOS CRITERIOS AMBIENTALES
Esta y otras medidas son parte de los esfuerzos de gestión y manejo del Comité Directivo para avanzar en incrementar los niveles de sustentabilidad en el predio.

“Por lo general, el principal criterio de gestión que ha guiado los sistemas de agricultura post años sesenta, corresponde a maximizar los rendimientos (producción por superficie) por medio del uso de un paquete tecnológico genérico, basado en el uso de insumos petroquímicos, considerándose, por tanto, que un buen agricultor es el que produce mucho. La evidencia mundial demuestra que este enfoque empobrece y hace a los agricultores dependientes y poco resilientes, merma y contamina los recursos prediales (agua, suelo, biodiversidad, entre otros) y de áreas circundantes”, indicó.

El Dr. Montalba resaltó que el Campo Experimental Maquehue no es cualquier campo, “sino uno gestionado por una universidad que tiene dentro de su misión la búsqueda de soluciones a las problemáticas regionales, por lo tanto, se tiene como responsabilidad ética y moral, no solamente el producir en forma eficiente y rentable, sino también no impactar negativamente los recursos prediales, más bien potenciar su regeneración y conservación, así como beneficiar a las comunidades humanas y no humanas circundantes”.


escrito porEscrito por: Jassna Sepúlveda Beltrán
Dirección de Comunicaciones