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Proyectos FDI 1

Proyectos FDI 1

El servicio público, la educación cívica y el bienestar en salud mental fueron las temáticas que abordaron los proyectos FDI que se adjudicaron estudiantes de la Universidad de La Frontera en 2019.

Este año hemos debido afrontar un escenario complejo; pasar de un mundo presencial a uno virtual de forma abrupta. La palabra que mejor define este contexto es resiliencia; nos hemos adaptado positivamente a esta situación adversa y de la cual, en algunos aspectos, nos hemos fortalecido.

Este fue el caso de las iniciativas adjudicadas en el marco del Fondo de Desarrollo Institucional, Línea de Emprendimiento Estudiantil del Ministerio de Educación, cuyos equipos de trabajo debieron adaptarse al nuevo escenario COVID-19. El desafío de estas propuestas fue cambiar las dinámicas de interacción con su público objetivo, pasando de actividades presenciales a virtuales. Pero lo que pudo ser una adversidad, se transformó en una oportunidad para los equipos a cargo de los proyectos Escuela Ciudadana “Libertad y Cambio” y Vínculos Saludables.

TRABAJO COLABORATIVO
Sin embargo, para llevar a cabo estas modificaciones en la implementación de los proyectos adjudicados por estudiantes de la Universidad de La Frontera, fue necesario el trabajo colaborativo entre la Dirección de Desarrollo Estudiantil, la Dirección de Análisis y Desarrollo Institucional y el grupo de estudiantes a cargo de ambas iniciativas.

La profesional de Bienestar Estudiantil de la DDE, Cristina Munro, explica que el trabajo colaborativo es esencial para llevar a cabo los proyectos adjudicados por el estudiantado, ya que es la Universidad la que administra los recursos y financia las actividades de acuerdo a los avances de las iniciativas; también destina un grupo de profesionales que apoya desde la postulación, el periodo de ejecución del mismo y su culminación. En este sentido, destaca el trabajo de la DADI, no solo porque es la contraparte del MINEDUC, sino porque se han preocupado de que estas ideas lleguen a buen puerto.

“Somos dos unidades las que apoyamos y acompañamos estas iniciativas: la DDE como vinculación y nexo con los estudiantes y la DADI, como vínculo con el MINEDUC. Es decir, son proyectos que idean estudiantes, pero con el apoyo institucional, incluso del Rector, ya que es él quien los firma”, comenta.

LIBERTAD Y CAMBIO
La iniciativa Escuela de Formación Ciudadana “Libertad y Cambio”, tuvo una adjudicación de $9.050.000, destinados a una serie de actividades con el objetivo propiciar espacios de pensamiento crítico, debate y educación cívica, con la base de promulgar la importancia de las ideas en torno a la libertad y el valor de la democracia representativa.

Este proyecto contó con dos fases: un club de lectura y debate, y la “Academia Universitaria Libertad y Cambio”, ambas pensadas en presencialidad, pero que debido a la contingencia sanitaria debieron ser modificadas a la virtualidad.

Nicholas Zencovich, estudiante de segundo año de la carrera de Derecho y representante del proyecto, señala que algunos fondos destinados a aspectos a actividades presenciales, fueron redirigidos a la compra de insumos tecnológicos para aumentar la calidad de las clases online. Además, destaca que el actual contexto les otorgó la oportunidad de llegar a regiones de todo el país.

“Compartimos con un grupo entusiasta que participó en todas las actividades que realizamos. Fue una experiencia gratificante; como equipo nos quedamos con la satisfacción de haber superado este desafío y haber llegado muy lejos, más de lo que imaginamos, generando un vínculo de enseñanza y una red de jóvenes interesados por la educación cívica”, expresa, agregando que la educación cívica es un pilar fundamental para el desarrollo de ciudadanos mejor informados y con capacidad crítica. “Esto es importante para el progreso y el desarrollo de cualquier nación democrática: tener ciudadanos comprometidos con el país”.

El iniciativa contó con el apoyo y coordinación de la agrupación estudiantil Jowen UFRO. Nicholas afirma que esta iniciativa ya terminó en su fase pedagógica, pero que como equipo quieren hacer material audiovisual que contribuya a los contenidos que abordaron. “Queremos hacer cápsulas para seguir profundizando en los contenidos que iniciamos en el curso. Sería interesante continuar el proyecto”.

VÍNCULOS SALUDABLES
En la misma línea de vinculación con la comunidad y el territorio, la agrupación Pastoral UFRO se adjudicó el proyecto titulado “Vínculos saludables” ($8.050.000), con el objetivo de propiciar un ambiente universitario que fomente espacios que promuevan el bienestar y la salud mental; y de esta forma contribuir a tener una vida universitaria saludable y con significado. La propuesta también debió adaptarse a una modalidad de trabajo virtual, la que continúa en 2021, pues tiene una duración de 24 meses.

Paula Petermann, representante de la iniciativa, destacó que la idea es contribuir a la adaptación de la vida universitaria de aquellos estudiantes que llegan de otras regiones, donde en muchos casos, por el cambio de una ciudad a otra, se les dificulta activar las redes de origen, como lo son los voluntariados u organizaciones.

“Esto se enfoca en estudiantes, que por razones de estudios migran de sus ciudades, dejando una red de amigos, familia y trabajo, por lo que este proyecto busca ser apoyo y acompañamiento, ayudándole a que pueda desenvolverse más allá de lo académico; es decir, el desarrollo integral, lo que es importante para la salud mental del estudiante”, indica.

También comenta que este año se han articulado con algunos voluntariados para fortalecer esta red y, así, generar nexos con otras instituciones para la comunidad. Actualmente están en la parte “gruesa” del proyecto: el desarrollo de una aplicación que ofrecerá ayudas estudiantiles para la vida universitaria, como agrupaciones juveniles (deportivas, musicales, eclesiales, etc.), voluntariados, eventos, talleres y actividades vinculadas al quehacer cotidiano y el ocio, como eventos musicales, cine, descuentos, entre otros. Esta herramienta será de carácter gratuito y ofrecerá información de la ciudad de forma “condensada” y en un solo lugar.

“Hicimos todo lo que teníamos planeado. Estamos felices por el impacto positivo que hemos tenido con el grupo que trabajamos este año. Gracias a las charlas abiertas que realizamos pudimos articular una red no solo con los estudiantes de nuestra Universidad, sino también de otras instituciones. Cumplimos el objetivo de vincularnos con el medio. El próximo año está en planificación y a través de la orientación queremos llegar a más público para hacer actividades más grandes”, señala Paula.

Dentro de este proyecto, también se encuentra el apostolado, donde apadrinaron a una persona mayor que se encontraba sola y con carencias afectivas como económicas. En la misma línea, Paula comenta que para el Año Nuevo apadrinarán a un hogar de ancianos, que junto al lanzamiento de la página de la Pastoral UFRO, serían las actividades cúlmines de 2020, para seguir con esta iniciativa en 2021.

Para más información en www.pastoralufro.com

PROYECTOS ADJUDICADOS 2020
Este año se adjudicaron 4 nuevos proyectos de un total de 6 presentados, lo que en números es algo positivo para la Universidad y la comunidad regional, relevando el trabajo articulado realizado por la DADI y la DDE.

Los proyectos ganadores son “Casa Semilla UFRO Huerta sembrando vínculos y sustentabilidad en el resguardo y protección de la semilla criolla FRO 20102” ($6.349.000); “Ciencia contra el Crimen, uso de isótopos estables para rastrear el origen de animales robados FRO 20106” ($3.705.000); “Trabajos de invierno 2021, Levantémonos Araucanía FRO 20104” ($7.256.000) y “Revolución Fungástica, dispersión del conocimiento fungi para el fortalecimiento del micelio FRO 20103” ($7.239.000).

Al respecto, Cristina Munro valora la vinculación con el medio que implican las propuestas, porque se ejecutan en instancias externas a la Universidad –dado las problemáticas que abordan- y, de alguna forma, las acciones llevadas a cabo impactan positivamente en la sociedad.

“Los estudiantes siempre tienen ideas nuevas y la Universidad genera una serie de oportunidades para que ellos puedan llevarlas a cabo. Las líneas de proyectos adjudicados en 2019 les dio la oportunidad, a través de estas actividades, de complementar su formación académica, creciendo como personas y profesionalmente. En esta misma línea, también tenemos proyectos académicos, como los adjudicados en 2020, que se caracterizan por ser un puente en la formación de nuevos investigadores”, agrega.

El proyecto Ciencia contra el crimen, uso de isótopos estables para rastrear el origen de animales robados FRO 20106, tiene una duración de un año y está orientado al rastreo de robo de animales, lo cual fue identificado como un problema regional. Alejandra Figueroa, académica del electivo de ciencias forenses y miembro de la iniciativa, explica que los isótopos estables es una huella química que está vinculada al porcentaje que tiene distintas matrices biológicas de carbono, nitrógeno oxígeno e hidrógeno, con lo cual se pueden hacer rastreos, no solo de animales o plantas, sino también de humanos; es decir, que a partir de las características del ecosistema se puede georeferenciar para hacer investigaciones como la ruta del diamante en Brasil, para identificar la procedencia de este mineral que es uno de los más valiosos del mundo por su composición.

“Desde el uso forense, los isótopos estables tienen mucha investigación, cerca de 30 años, donde hay mucha antropología de por medio. En Chile esto no se usa, por lo que la Universidad de La Frontera viene a ser pionera en esta materia”, apunta Alejandra, comentando que la propuesta tiene otras aristas, como el trabajo colaborativo con otros investigadores y la Policía Federal de Brasil, quienes tienen experiencia trabajando en esta materia.

Cristina Munro destaca estas iniciativas, ya que son importantes de acuerdo al rol de la Universidad en la comunidad y el territorio: la responsabilidad social y el compromiso con la sociedad, pilares fundamentales que propician la realización de estas iniciativas, las cuales son enriquecedoras para toda la comunidad, ya que son parte de la vida universitaria; catapultándose, en algunos casos, como el primer acercamiento de la formación profesional con el territorio y la investigación.

“Estas iniciativas contribuyen a la formación profesional y personal. Los/as estudiantes aprenden mucho, articulan redes con otras instituciones externas a la universidad, aprenden a trabajar en equipo y a desarrollar habilidades blandas, el liderazgo y a cómo enfrentarse a situaciones de emergencia, reinventarse cumpliendo los objetivos, a ser resilientes y adaptarse al cambio, lo que en virtualidad fue necesario”, finaliza.

escrito porEscrito por: Stephanie Molina Estuardo
Dirección de Comunicaciones