Impulsar actividades de conservación de la biodiversidad, investigación y educación ambiental son parte de las acciones a implementar por la UFRO en este bien nacional ubicado en Villa Las Araucarias.

Unos 80 kilómetros separan Temuco del área de distribución más austral de los ecosistemas de Araucaria araucana en la Cordillera de la Costa. Se trata del Bien Nacional Protegido Las Araucarias, emplazado en el sector rural de la comuna de Carahue, un predio de invaluable riqueza natural que desde 2013 está bajo el resguardo de la Universidad de La Frontera, a través de su Facultad de Ciencias Agropecuarias y Forestales.

Esta área de protección comprende 11,41 hectáreas y fue entregada en concesión de uso gratuito a la UFRO por parte del Ministerio de Bienes Nacionales, con los objetivos de fomentar el desarrollo sustentable, conservar la biodiversidad y proteger los recursos naturales.

UFRO-BNP-Araucarias1Para compartir los avances que esta casa de estudios ha efectuado en el lugar y los desafíos que se asumen en la tarea de conservar y proteger este patrimonio natural, se realizó la ceremonia inaugural de este Bien Nacional Protegido, que contó con la participación de autoridades regionales y universitarias, junto a representantes de instituciones públicas, privadas y de la UFRO.

En la ocasión, el Rector (S), Dr. Rubén Leal, destacó que la Universidad de La Frontera, como universidad estatal, “cumple su función social en el sentido de hacerse cargo de este Bien Nacional Protegido para resguardar aquellas reliquias o recursos naturales, particularmente de la araucaria en la Cordillera de la Costa, pero al mismo tiempo va a cumplir una función educativa y de conocimiento, donde los investigadores de nuestra Universidad, y principalmente de esta Facultad, van a tener una gran labor desde el punto de vista del trabajo que realizarán”.

Por su parte, el seremi del Medio Ambiente, Marco Pichunman, valoró lo que ha realizado la UFRO en el predio, señalando que esta casa de estudios se destaca por la vinculación que tiene con las políticas públicas, y un ejemplo de ello es lo que se está realizando en el bien nacional. Manifestó que como Ministerio del Medio Ambiente están contentos con esta iniciativa que se ocupa de los recursos naturales, la biodiversidad y de los ecosistemas de la región, además de destacar lo que se hará en educación ambiental a través de actividades con establecimientos de Carahue, permitiendo que los alumnos tengan una aproximación a estos espacios geográficos particulares.

El Decano de Ciencias Agropecuarias y Forestales, Rodolfo Pihán, comentó que este es el segundo predio donde la Facultad promueve actividades de conservación y lo que allí se realiza es relevante en la preocupación por proteger estos ecosistemas. Recalcó que esta área también será esencial para las acciones de investigación científica y de docencia en la formación de los futuros profesionales, además de los espacios que se abren para la vinculación con el medio.

EL VALOR DE LOS ECOSISTEMAS
Como un respiro en medio de un paisaje rodeado por plantaciones forestales, así surgen a la vista las primeras araucarias de este bien nacional, que invitan a cerrar los ojos e imaginar los bosques del pasado, aquellos que van en retroceso y que son imperiosos de cuidar, valorar y restaurar.

“Nuestro objetivo es generar estudios no solamente de investigación, sino también conducentes a la conservación de la naturaleza y actividades que estén asociadas a la sustentabilidad de los recursos; esto es un hito para el resguardo de una especie milenaria como es Araucaria araucana. Toda esta área correspondió a bosques milenarios de esta especie que actualmente están bastante desmejorados”, indicó Rubén Carrillo, director del Departamento de Ciencias Agronómicas y Recursos Naturales, y quien ha asumido la administración de este inmueble fiscal.

Agregó que este árbol milenario ha visto fuertemente reducida su distribución. “Tenemos una pequeña superficie con esta especie y a través de un proyecto ÚNETE estamos en la etapa inicial de generar una restauración de estos ecosistemas de araucarias”, señaló, explicando que la idea es trabajar “un modelo de restauración entendiendo que no sólo hay que plantar árboles, hay que tener una visión de lo que es una comunidad vegetal en la cual participan distintas otras especies”.

SENDERO
Numerosas son las acciones que se han llevado a cabo en el predio desde la entrega de su concesión, entre ellas, la implementación de infraestructura, cercado perimetral, señalética y carteles que identifican las áreas de interés.

A lo anterior se suma el diseño y trazado de un circuito con cinco tramos que hacen una circunvalación al predio, que cumple la misión de interpretar en base a una serie de estaciones que ponen en valor hitos naturales, tarea que fue desarrollada conjuntamente con Senderos de Chile.

“Este lugar es como un oasis. Es notable poder conservar una pequeña área como esta para poder, tal vez, hacer una continuidad con los vecinos, de manera de hacer una especie de corredor biológico que aumente el estado de esta naturaleza”, agregó Felipe Fuentes, coordinador regional de Senderos de Chile.

Jassna Sepúlveda Beltrán
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