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Lo que antes de la pandemia era un tema controlado que pasaba casi inadvertido salvo por situaciones puntuales, con la crisis sanitaria se transformó en una amenaza, y hoy, a inicios del cuarto mes de 2022, es ya un enemigo peligroso declarado: la inflación. Definida como el aumento generalizado y sostenido en el nivel de precios de bienes y servicios de una economía en un periodo de tiempo, medida en Chile a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Reduce el poder adquisitivo del dinero, es decir, con el mismo ingreso nominal se pueden comprar menos bienes y servicios, lo cual erosiona los ingresos reales y el presupuesto familiar, en especial de los más vulnerables, ya que ellos destinan una mayor proporción de sus ingresos a la compra de bienes necesarios, y además, poseen menos herramientas y productos financieros para protegerse de los dañinos efectos del alza en los precios, es por esto que es también conocida como “el impuesto de los pobres”. El IPC de enero y febrero 2022 registró una variación mensual de 1,2% y 0,3% respectivamente, con lo que en apenas 2 meses del año ya se acumula un alza de 1,5%; mientras que la variación del IPC a 12 meses llegó a 7,8%. Algunas divisiones más relevantes del IPC en cuanto a su ponderación presentan importantes aumentos en los últimos 12 meses: Alimentos (8,4%); Vivienda y servicios básicos (7,0%); Transporte (19,5%). A nivel de productos, se anotan variaciones a 12 meses: Pan (13%); Carne de vacuno (23,3%); Gasolina (31,3%); Automóvil nuevo (20,6%). Recordemos que el Banco Central de Chile establece una meta de inflación de 3% en el horizonte de 2 años, es lo que se considera saludable para la economía. En el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo 2022, el Banco Central señala: “la mayor inflación está teniendo efectos significativos en las familias, y sigue respondiendo principalmente al excesivo incremento del gasto de los últimos trimestres…”. El informe anticipa incluso niveles cercanos a 10% a mediados de año. Se proyecta una inflación anual de 8,2% para 2022; para 2023 un 3,4% y para 2023 un 3,0%. El instituto emisor agrega que la inflación se ha transformado en un problema muy importante para el país, por tal razón se decidió elevar la tasa de política monetaria a 7%, su mayor nivel en 13 años.
Compartimos enlace a columna de opinión publicado por el Diario El Austral en su edición del miércoles 06 de abril con el título "La inflación está de vuelta"
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