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Patricio Ramirez Obsertorio UFRO

 

 

 

Lo que antes de la pandemia era un tema controlado que pasaba casi inadvertido salvo por situaciones puntuales, con la crisis sanitaria se transformó en una amenaza, y hoy, a inicios del cuarto mes de 2022, es ya un enemigo peligroso declarado: la inflación. Definida como el aumento generalizado y sostenido en el nivel de precios de bienes y servicios de una economía en un periodo de tiempo, medida en Chile a través del Índice de Precios al Consumidor (IPC). Reduce el poder adquisitivo del dinero, es decir, con el mismo ingreso nominal se pueden comprar menos bienes y servicios, lo cual erosiona los ingresos reales y el presupuesto familiar, en especial de los más vulnerables, ya que ellos destinan una mayor proporción de sus ingresos a la compra de bienes necesarios, y además, poseen menos herramientas y productos financieros para protegerse de los dañinos efectos del alza en los precios, es por esto que es también conocida como “el impuesto de los pobres”. El IPC de enero y febrero 2022 registró una variación mensual de 1,2% y 0,3% respectivamente, con lo que en apenas 2 meses del año ya se acumula un alza de 1,5%; mientras que la variación del IPC a 12 meses llegó a 7,8%. Algunas divisiones más relevantes del IPC en cuanto a su ponderación presentan importantes aumentos en los últimos 12 meses: Alimentos (8,4%); Vivienda y servicios básicos (7,0%); Transporte (19,5%). A nivel de productos, se anotan variaciones a 12 meses: Pan (13%); Carne de vacuno (23,3%); Gasolina (31,3%); Automóvil nuevo (20,6%).

Recordemos que el Banco Central de Chile establece una meta de inflación de 3% en el horizonte de 2 años, es lo que se considera saludable para la economía.
En 2020 se cerró con una inflación anual de 3,0%, cifra razonable y en línea con el objetivo de política monetaria. En 2021 el escenario cambia y se dispara la inflación, cerrando el ejercicio anual con un 7,2% (la más alta en 14 años), evidenciando ya un problema de fuerte aumento en los precios, producto del excesivo aumento del gasto que generó desequilibrios en la economía.

En el Informe de Política Monetaria (Ipom) de marzo 2022, el Banco Central señala: “la mayor inflación está teniendo efectos significativos en las familias, y sigue respondiendo principalmente al excesivo incremento del gasto de los últimos trimestres…”. El informe anticipa incluso niveles cercanos a 10% a mediados de año. Se proyecta una inflación anual de 8,2% para 2022; para 2023 un 3,4% y para 2023 un 3,0%. El instituto emisor agrega que la inflación se ha transformado en un problema muy importante para el país, por tal razón se decidió elevar la tasa de política monetaria a 7%, su mayor nivel en 13 años.


Patricio Ramirez R.
Coordinador
Observatorio Económico y Social
Universidad de La Frontera



Compartimos enlace a columna de opinión publicado por el Diario El Austral en su edición del miércoles 06 de abril con el título "La inflación está de vuelta"