El encuentro estuvo marcado por el interés de ver cómo los distintos actores involucrados en las cadenas de valor, están enfrentando los desafíos agroalimentarios del futuro. Pasantías y giras tecnológicas a centros de innovación alimentaria en Israel se proyectan como posibles oportunidades.

Convertir a Chile en una de las potencias mundiales en producción de alimentos sofisticados y sustentables, permitiendo su incorporación en mercados internacionales y altamente competitivos, requiere de investigación y desarrollo, de estrategias sostenidas y de alianzas que dinamicen los impulsos con agendas comprometidas en tales objetivos.

Para compartir conocimiento y experiencias del contexto regional, el Instituto de Agroindustria y el Centro de Innovación Sur CeTA-UFRO, recibieron la visita de la embajadora de Israel en Chile, Marina Rosenberg, y de la senadora Carmen Gloria Aravena. El encuentro estuvo marcado por el interés de ver cómo los distintos actores involucrados en las cadenas de valor, están enfrentando los desafíos agroalimentarios del futuro.

En esta visita, la embajadora de Israel en Chile, Marina Rosenberg y la senadora Carmen Gloria Aravena, manifestaron las posibilidades de cooperación en puntos específicos. “Este recorrido ha sido sorpresivo desde el punto de vista de la cantidad de proyectos que ha desarrollado el Instituto de Agroindustria UFRO y las capacidades que ofrece en conjunto con el Centro de Innovación Sur CeTA-UFRO a emprendedores y empresarios. Por lo mismo, hemos comprometido buscar colaboraciones y acuerdos que, en primera instancia, podrían generar una pasantía o gira tecnológica a los centros de investigación e innovación en Israel”.

Para el director del Instituto de Agroindustria UFRO y miembro del directorio de CeTA, Luis Torralbo, este acercamiento abre oportunidades y ha permitido visualizar ciertas coincidencias de enfoque y complementariedad. “Todas las cadenas de valor alimentarias en el mundo tienen su base en los recursos genéticos y estas pueden constituirse como materias primas –hablamos tanto de recursos exóticos o nativos y/o endémicos-, Chile y La Araucanía ofrecen, efectivamente, un potencial variado de recursos genéticos para el desarrollo de alimentos saludables”, dijo.

Por otra parte, la senadora Aravena destacó el trabajo que se está desarrollando especialmente con la micro y pequeña empresa en el ámbito de los prototipos y embalajes, estos últimos en evolución constante para mercados en tendencias de materiales sustentables y biodegradables.

Israel posee un sector agroalimentario autónomo y con un profundo conocimiento en todas sus facetas. Esta situación única, combinada con la cultura empresarial, crea un ambiente propicio para ser uno de los líderes en innovaciones de FoodTech, que bien podría llegar a aportar en las estrategias de desarrollo agroalimentario que el Instituto de Agroindustria está proyectando para los próximos años.

Para duplicar las exportaciones alimentarias al 2030, se requiere la creación de centros con nuevas capacidades, infraestructura y equipamiento, además de innovación permanente basada en I+D, pero también un contacto directo con los territorios, sus habitantes, y sus actores, para conocer in situ sus fortalezas y potencialidades, así como determinar oportunidades de negocios y necesidades para prototipar, pilotear y escalar las innovaciones en alimentos, diferenciándose y diversificándose, es decir creando y capturando valor desde identidad territorial.

Escrito por: Pamela Carrasco Salas
Dirección de Comunicaciones