Cada Día Internacional de la Mujer hacemos balances, reafirmamos compromisos, reflexionamos sobre el camino recorrido y los desafíos que aún tenemos para garantizar a las mujeres el ejercicio pleno de sus derechos. Sin embargo, y bien lo saben las mujeres que han estado en las luchas y conquistas por sociedades más justas e igualitarias, este trayecto no ha estado exento de tensiones y dificultades. En razón de ello se requiere una revisión constante de las estrategias utilizadas para que sean acordes a las instituciones y a sus desafíos, y así avanzar en una igualdad sustantiva.

Como Universidad de la Frontera hemos asumido que la estrategia debe abarcar transversalmente a las diferentes unidades de gestión y académicas, así como los diversos instrumentos políticos y normativos, incorporando de manera sistemática y consciente la perspectiva de género, entendiendo que las desigualdades de género son estructurales y que están arraigadas en instituciones, políticas y prácticas sociales.

Esto ha sido un desafío, pues a partir del compromiso que el Rector Hebel ha instalado en el Gobierno Universitario, nos hemos enfocado por una parte en sensibilizar, formar y comprometer a toda nuestra comunidad y, por otra, en incorporar el análisis de género en la planificación, implementación, monitoreo y evaluación de políticas, programas y proyectos en los diversos ámbitos estratégicos universitarios, comprendiendo que impactan de manera diferenciada a mujeres, hombres y personas de otras identidades de género.

Para la UFRO, la igualdad y equidad de género no deben encontrarse solamente en una política particular sobre el tema, sino que también se han incorporado estos principios y lineamientos en el plan de desarrollo estratégico, modelo educativo, plan maestro de infraestructura, además de las políticas de sustentabilidad; vinculación con el medio; investigación, innovación y creación; bienestar integral estudiantil; gestión y desarrollo de personas; postgrado; desarrollo y transformación digital. Prontamente también estarán en las políticas que están actualmente en elaboración. Claramente la tarea que sigue es materializar estos instrumentos y cumplir con lo comprometido.

Este panorama da cuenta de que se ha favorecido el cambio cultural institucional necesario para que mujeres y hombres se desarrollen de manera igualitaria en nuestra Universidad, y del profundo compromiso social que tenemos con la erradicación de las desigualdades, violencias y discriminaciones de género en nuestro territorio y en nuestra sociedad. Seguiremos trabajando arduamente para que todas las mujeres de la Universidad podamos vivir, estudiar y trabajar sin violencias ni discriminaciones de género, pero también nos comprometemos a aportar desde nuestro rol para que este territorio alcance la igualdad y la equidad de género en todos los rincones y en cada uno de los ámbitos de la vida. De esta manera, la Universidad se afianza como un motor de transformación cultural para vivir en sociedades más justas.

Escrito por: Bárbara Eytel Pastor
Directora de Equidad de Género