El investigador del Grupo de Trabajo en Ciberseguridad (Cybersecurity Workgroup) del Centro de Excelencia de Modelación y Computación Científica de la Universidad de La Frontera, Dr. Julio López Fenner, y el profesional de la empresa NIS-Chile, Paulo Colomés Fica, se refieren a los riesgos y medidas de prevención asociados al uso de Internet, el que se ha incrementado en el marco del confinamiento por el COVID-19. |
A la par con el confinamiento social producido por las medidas con las que se enfrenta la pandemia por COVID-19, se ha detectado un incremento significativo del número de conexiones remotas a nivel usuario, para cumplir con la modalidad de trabajo remoto en contexto de emergencia, pero también de otras acciones como la descarga de contenidos (videos, documentos), trámites y compras por Internet. De acuerdo a un informe emitido por la Cámara de Comercio de Santiago, a principios de abril, las ventas online del comercio minorista aumentaron 119% en la última semana de marzo; un dato de referencia de la tendencia que se ha registrado a nivel global. Sin embargo, esta “extensión” de la rutina diaria a través de un “click” también es motivo de alerta, por cuanto aumenta el riesgo de ser víctima de delitos asociados al uso de Internet. Desde el punto de vista de la prevención, a través de una entrevista, el investigador del Grupo de Trabajo en Ciberseguridad (Cybersecurity Workgroup) del Centro de Excelencia de Modelación y Computación Científica (CEMCC) de la Universidad de La Frontera, Dr. Julio López Fenner, en conjunto con el ingeniero Paulo Colomés Fica, profesional de la empresa NIS-Chile (www.nis.cl), comparten su experiencia para abordar este panorama. ¿En qué escenario aumenta la vulnerabilidad de la seguridad informática? ¿Qué delitos cibernéticos suelen ser los más frecuentes? En la práctica, ¿cómo operan estos delitos? Como dato anecdótico, han proliferado también los dominios web registrados con el nombre de “coronavirus “. Aunque no todos ellos necesariamente impliquen que sean utilizados en actos maliciosos, sí es destacable que un porcentaje importante de ellos ha sido utilizado para campañas de phishing. En Chile, ¿qué tan bien preparados estamos para afrontar este tipo de situaciones de vulnerabilidad? En general, se podría decir que cada día hay más conciencia respecto a los riesgos de “hacer click” en vínculos desconocidos o sospechosos, y también hemos visto cómo los medios de comunicación generan cada vez más espacios para mantener este tema siempre activo y recordárselo constantemente a las personas. En caso de algún delito cibernético, ¿a qué instancia en Chile debería recurrir la víctima? Luego, lo ideal es concurrir a dependencias de la Policía de Investigaciones de Chile (PDI), que posee una brigada de delitos informáticos y estampar una denuncia. Si el delito tiene relación con una transacción o fraude bancario, se sugiere en paralelo comunicarse a la brevedad con el banco para ejecutar los protocolos establecidos para estos casos o activar los seguros, si los hubiere. Con respecto a esto último, conviene informarse si la cuenta del banco, personal o empresarial, cuenta con un seguro antifraude en los productos bancarios y en qué casos el daño puede ser cubierto por este seguro o no. ¿Qué recomendaciones se podrían dar a la comunidad, tanto a nivel de empresas como de hogares, para no ser víctimas de delitos cibernéticos? Los usuarios de hogar, por otra parte, deben ser conscientes de los riesgos, capacitarse en aspectos básicos de ciberseguridad (incluso en YouTube hay miles de tutoriales) y mantener sus sistemas protegidos y actualizados. Esto adquiere mayor relevancia aún frente a la explosión de dispositivos interconectados (Internet of Things, IoT), que normalmente se conectan a la red con sus sistemas de protección inactivos o por defecto, lo que equivale a dejar la casa abierta. Una recomendación genérica es siempre utilizar software actualizado o utilizar sistemas con permisos muy restringidos para la descarga y ejecución de software. Esto se aplica por supuesto para software original y pagado, sobre todo los antivirus, suites de ofimática o el mismo sistema operativo base, ya que, al tener software pirateado, por ejemplo, se corre el riesgo de sufrir un problema de seguridad, robo de datos o incluso fraude bancario. Algunas recomendaciones genéricas son: a) Uso de Redes Privadas Virtuales (VPN’s) con sus firewalls activos y verificar que su seguridad se encuentre actualizada. Finalmente, ¿qué opinan sobre la polémica que, en las últimas semanas, se ha levantado en torno a la seguridad de la plataforma de Zoom?
Escrito por: Daphne Bormann Parada
Facultad de Ingeniería y Ciencias |