En el auditorio Dr. Jaime Serra Canales de la Facultad de Medicina de la Universidad de La Frontera (UFRO) se desarrolló la Primera Jornada de Participación en Salud: Reflexiones y Experiencias desde el Sur, organizada por el Departamento de Salud Pública, el Magíster en Salud Pública Comunitaria y Desarrollo Local y el Programa PIRI.
La actividad reunió a académicos, dirigentes sociales y equipos de salud de diversas localidades del sur de Chile, con el propósito de fortalecer la participación comunitaria como eje del bienestar colectivo.
El encuentro se convirtió en un espacio de análisis, reflexión y diálogo sobre la salud entendida como un proceso social, donde el conocimiento científico y el saber comunitario se articulan para mejorar la vida de las personas.
El académico Marcelo Carrasco Henríquez, del Departamento de Salud Pública, destacó la importancia de construir conocimiento de manera colectiva: “Es fundamental reconocer los saberes vivenciales de las comunidades, muchas veces invisibilizados por el sistema sanitario. La participación en salud es una forma de democracia inmediata: las personas contribuyen a que los programas funcionen y, al mismo tiempo, construyen poder y opinión dentro del sistema”, afirmó.
Carrasco señaló que los problemas de salud no pueden abordarse únicamente desde la perspectiva individual o biomédica, sino que deben comprenderse en su contexto social. “Nos dicen que comemos mal o que somos sedentarios, pero las formas de vida y las condiciones en que vivimos son las que determinan esos comportamientos. La salud está marcada por factores estructurales y sociales, y debemos mirar las causas de las causas”, agregó.
EXPERIENCIAS TERRITORIALES Y PARTICIPACIÓN ACTIVA
En la jornada participaron representantes de Puyehue, Valdivia, Osorno, Panguipulli, Padre Las Casas y Temuco, quienes compartieron experiencias locales de participación social en salud. Destacaron el trabajo del Consejo pro Hospital de Padre Las Casas, el grupo territorial por el Hospital Intercultural y Público de Panguipulli, y las iniciativas comunitarias del Cesfam Santa Rosa de Temuco, entre otras.
Desde Osorno, la nutricionista Anita Vásquez, del Departamento de Participación Ciudadana del Servicio de Salud, presentó el trabajo desarrollado junto a la red de nutricionistas del territorio, orientado a incorporar el enfoque comunitario en la planificación estratégica. “Gracias al vínculo con académicos de la UFRO hemos aprendido a construir planificaciones más pertinentes, integrando las voces y necesidades reales de la comunidad”, señaló.
Vásquez explicó que el equipo ha impulsado un enfoque integral para abordar la malnutrición por exceso, alejándose de visiones impositivas o moralizantes. “La población no puede elegir libremente alimentarse bien o realizar actividad física cuando su entorno no lo permite. Por eso trabajamos desde una mirada intersectorial, incorporando acciones desde la educación, los municipios y los gobiernos locales”, comentó.
En Osorno se está implementando un plan de acción territorial que promueve ordenanzas para mejorar el acceso a alimentos saludables, fortalecer la economía circular y favorecer espacios comunitarios más activos, como ciclovías o áreas recreativas.
“El impacto directo del sector salud sobre la salud de las personas es limitado. Para transformar las condiciones de vida, debemos actuar junto a otros sectores del Estado y la sociedad civil”, concluyó.
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